En la formación integral del ingeniero en Agronomía se logra de forma cabal cuando en su estructura cognitiva y procedimental estén presentes los conocimientos químicos. Para que el egresado de esta carrera pueda resolver el problema profesional que se le plantea, resulta necesario que en su formación se contemple, como un componente insoslayable, un sólido conocimientos de las ciencias químicas, sin lo cual sería imposible un óptimo aprovechamiento de las capacidades bioproductivas de las especies objeto de su trabajo, en armonía con el medio ambiente. Para un adecuado manejo del recurso suelo se debe realizar previamente el estado nutricional de este, igualmente se debe realizar con el agua por ser el medio de transporte de nutrientes, para lo cual es necesario ejecutar procedimientos de laboratorio de análisis químico.
El curso tiene como finalidad capacitar a los participantes en el diseño, organización y evaluación de eventos científicos como estrategias efectivas para perfeccionar la gestión universitaria. A través de un enfoque teórico y práctico, los cursistas contaran con las herramientas y conocimientos para potenciar la visibilidad institucional, fomentar la colaboración entre investigadores, estudiantes y contribuir al desarrollo de la comunidad universitaria.
La disminución de los inventarios en la naturaleza de
los recursos energéticos fósiles, plantean el desarrollo rápido del uso de las
fuentes de energías renovables, entre ellas la energía fotovoltaica. De esto,
el mundo entero se ha percatado de este avance, incluyendo nuestro país que se
ha planteado desarrollar Parques Fotovoltaicos que alcancen 2000 MWp en los
próximos 5 años. Es por ello, necesario la formación de personas capaces de
desarrollar proyectos de estos Parques no solo conectado al Sistema Eléctrico
Nacional, sino también a Empresas Industriales, de Servicios, etc, que generen
su propia energía eléctrica con el ahorro correspondiente de combustibles
fósiles y de emanación de gases de Efecto Invernadero al Medio Ambiente
Los
suelos agropecuarios son la base para la
producción de alimentos. Cuidarlos garantiza que mantengan su
fertilidad a largo plazo, lo que permite obtener cosechas saludables y
abundantes. Estos suelos son vulnerables a la erosión, especialmente con
técnicas agrícolas intensivas.
Los suelos sanos suministran los nutrientes esenciales, agua, oxígeno y el
soporte para las raíces que nuestras plantas productoras de alimentos necesitan
para crecer y prosperar. Los suelos también sirven como
protección para las delicadas raíces de las plantas frente a las fuertes
fluctuaciones de temperatura. La seguridad alimentaria
existe cuando todas las personas tienen acceso en todo momento (ya sea físico,
social, y económico) a alimentos suficientes, seguros y nutritivos para cubrir
sus necesidades nutricionales y las preferencias culturales para una vida sana
y activa. El suelo no solo
nos proporciona el 95% de los alimentos que consumimos, sino que
silenciosamente también nos aporta casi todos los servicios y las funciones de
los ecosistemas necesarios para la existencia de la vida sobre la Tierra.
Consiste en incorporar recursos didácticos y metodológicos para tratar desde la clase problemáticas sociales de sectores priorizados.